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Quetiapina

100 mg y 300 mg

Antipsicótico, de última generación.
La quetiapina es un antipsicótico atípico que interactúa con una gran variedad de receptores de neurotransmisores. La Quetiapina muestra una mayor afinidad con los receptores cerebrales de serotonina (5HT 2) que con los receptores cerebrales de dopamina D 1 y D 2. La Quetiapina es activa en las pruebas de actividad antipsicótica. Los resultados de estudios animales que pronostican los riesgos de síndrome extrapiramidal revelaron que la Quetiapina solamente produce una ligera catalepsia cuando se administran dosis eficaces de dopamina para bloquear los receptores D 2; que la Quetiapina produce una ligera catalepsia cuando se administran dosis eficaces de dopamina para bloquear los receptores D2; que la Quetiapina produce reducción selectiva de la activación de las neuronas mesolímbicas dopaminérgicas A10 versus las neuronas nigroestriadas A9 que involucran la función motora y, que la Quetiapina muestra mínimo riesgo distónico en monos sensibilizados con neurolépticos. Los resultados de tres estudios clínicos controlados de pacientes tratados con placebo, incluyendo un estudio de pacientes tratados con dosis de Quetiapina entre 75mg y 750mg al día, no identificaron ninguna diferencia entre los pacientes de los dos grupos en cuanto a la incidencia del síndrome extrapiramidal o al consumo simultáneo de anticolinérgicos. Quetiapina no produce aumentos sostenidos de prolactina. Al finalizar un estudio clínico en el que se administraron dosis fijas múltiples, no hubo diferencias en los niveles de prolactina entre los pacientes tratados con Quetiapina, dentro de los límites de dosis recomendados, y los pacientes tratados con placebo. En estudios clínicos, se ha demostrado que Quetiapina es eficaz en el tratamiento de los síntomas tanto positivos como negativos de la esquizofrenia. En un estudio comparativo con clorpromacina y dos estudios comparativos con haloperidol se demostró que Quetiapina a corto plazo es tan eficaz como la clorpromacina y el haloperidol.
La Quetiapina está indicada para el tratamiento de la esquizofrenia, los trastornos afectivos bipolares tanto la fase maniaca como depresiva.
La Quetiapina debe ser graduada a la dosis eficaz común de 300mg a 600mg al día. Sin embargo, puede ajustarse en función de la respuesta clínica y de la tolerancia de cada paciente, entre 150mg y 750mg al día. Pacientes de edad avanzada: al igual que otros antipsicóticos, Quetiapina debe usarse con precaución en las personas de edad avanzada, en particular al principio del período de administración. Niños y adolescentes: no se han evaluado la seguridad y la eficacia de Quetiapina en niños y adolescentes. Insuficiencia renal y hepática: en pacientes con insuficiencia renal o hepática, la depuración de Quetiapina oral es reducida en un 25% aproximadamente. La Quetiapina se metaboliza ampliamente en el hígado. Por lo tanto, Quetiapina debe usarse con precaución en pacientes con insuficiencia hepática conocida. Los pacientes con insuficiencia renal o hepática deben iniciar el tratamiento de Quetiapina con una dosis de 25mg al día. Esta dosis debe aumentarse diariamente en incrementos de 25mg a 50mg hasta llegar a la dosis terapéutica eficaz.
Los más frecuentes y significativos sucesos adversos informados en estudios clínicos controlados con pacientes tratados a corto plazo con Quetiapina fueron: somnolencia (17.5%), vértigo (10%), estreñimiento (9%), hipotensión postural (7%), sequedad en la boca (7%), e irregularidades de las enzimas hepáticas (6%). Los sucesos adversos cuya incidencia con Quetiapina es igual o menor que con placebo incluyen los siguientes: dolor infección, hostilidad, detrimento accidental, hipotensión arterial, náusea, vómito, agitación, insomnio, nerviosismo, acatisia, hipertonía, temblor depresión, parestesia, faringitis, ambliopía. La Quetiapina también puede provocar astenia leve, rinitis y dispepsia. Al igual que otros antipsicóticos, Quetiapina puede conducir a un aumento de peso limitado, sobre todo durante las primeras semanas de tratamiento). Se han comunicado algunos casos de crisis epilépticas en pacientes tratados con placebo (véase Advertencias). Al igual que con otros antipsicóticos, se han informado casos raros de un posible síndrome maligno neuroléptico en pacientes tratados con Quetiapina (véase Advertencias). Como otros agentes antipsicóticos, Quetiapina ha sido asociado con variaciones en el recuento de leucocitos. Se observó leucopenia y/o neutropenia asintomática transitoria en pacientes tratados con Quetiapina, habiéndose registrado una incidencia de 1,6% en estudios clínicos de pacientes tratados con placebo. Durante el tratamiento con Quetiapina, se han observado aumentos limitados de los niveles de triglicéridos y de colesterol medidos sin ayuno previo. La disminución de la T 4 total y T 4 libre fue máxima durante las primeras 2 a 4 semanas de tratamiento con Quetiapina, sin una mayor reducción durante el tratamiento a largo plazo. No hubo evidencia de cambios clínicamente significativos en la concentración de TSH. En casi todos los casos la interrupción del tratamiento con Quetiapina se asoció con la reversión de los efectos en T 4 total y libre, independientemente de la duración del tratamiento.
La Quetiapina es sometida a una buena absorción y un amplio metabolismo después de la administración oral. Los principales metabolitos en el plasma humano no tienen una actividad farmacológica importante. La administración con alimentos no afecta considerablemente la biodisponibilidad de la Quetiapina. La vida media de eliminación de la Quetiapina es de aproximadamente 7 horas. La Quetiapina se une a las proteínas plasmáticas aproximadamente en un 83%. Estudios clínicos han demostrado que Quetiapina es eficaz cuando se suministra dos veces al día. La farmacocinética de la Quetiapina es lineal y no difiere entre hombres y mujeres. La depuración media de Quetiapina en personas de edad avanzada es aproximadamente un 30% a 50% menor que la registrada en adultos de 18 a 65 años. La depuración plasmática media de la Quetiapina disminuyó en aproximadamente un 25% en sujetos con insuficiencia renal severa (depuración de creatinina inferior a 30ml/minuto/1,73m 2) y en sujetos con insuficiencia hepática (cirrosis alcohólica estable), pero los valores individuales se encuentran dentro de los límites normales. La Quetiapina se metaboliza ampliamente ya que después de su administración, el compuesto original representa menos del 5% de las substancias relacionadas con el medicamento detectadas en la orina y las heces. Alrededor del 73% la radiactividad se excreta en la orina y el 21% en las heces. Las investigaciones in vitro establecieron que la CYP3A4 es la principal enzima de citocromo P450 que intervienen en el metabolismo de la Quetiapina. Se determinó que la Quetiapina y varios de su metabolismo son inhibidores débiles de las actividades de las enzimas 1 A 2, 2C9, 2C19, 2D6 y 3 A 4 del citocromo P450 humano, pero únicamente concentraciones por lo menos de 10 a 50 veces superiores a las alcanzadas con la dosis eficaz de 300 mg a 400 mg al día en seres humanos. En base a estos resultados in vitro, es poco probable que la administración simultánea de la Quetiapina con otros medicamentos produzca una inhibición clínicamente significativa del metabolismo del otro medicamento por las enzimas del citocromo P450.
La Quetiapina está contraindicada en pacientes con hipersensibilidad conocida a alguno de los componentes del producto.
Enfermedades de cardiovasculares: Quetiapina puede producir hipotensión ortostática especialmente durante el período inicial de administración; esto es más común en pacientes de edad avanzada que en pacientes más jóvenes. En estudios clínicos controlados, la Quetiapina no fue asociada con un incremento persistente en los intervalos QTc. Sin embargo, al igual que otros antipsicóticos, debe tener precaución cuando se prescribe Quetiapina simultáneamente con drogas que se sabe que prolongan el intervalo QTc, especialmente en pacientes de edad avanzada. Quetiapina debe administrarse con precaución en pacientes con enfermedades cardiovasculares cerebrovasculares conocidas, u otras condiciones que predisponen a la hipotensión. Crisis epilépticas: en los estudios clínicos controlados no se encontró una diferencia en la incidencia de crisis epilépticas entre Quetiapina y el placebo. Al igual que otros antipsicóticos, se recomienda tener precaución al tratar a pacientes con antecedentes epilépticos. Síndrome maligno neuroléptico: el tratamiento antipsicótico se ha asociado con el síndrome maligno neuroléptico. Sus manifestaciones clínicas abarcan hipertermia, alteración del estado mental, rigidez muscular, inestabilidad autónoma y aumento en las concentraciones de fosfoquinasa de la creatina. En tal caso, debe suspenderse la administración de Quetiapina y aplicarse un tratamiento médico adecuado. Disquinesia tardía: al igual que otros antipsicóticos, Quetiapina presenta la posibilidad de ocasionar discinesia tardía después de un tratamiento largo. Si aparecen signos y síntomas de discinesia tardía, debe considerarse la posibilidad de reducir la dosis o de suspender la administración de Quetiapina. Quetiapina puede causar somnolencia, los pacientes deben tener precaución al operar máquinas peligrosas, incluyendo vehículos automotores
Embarazo y lactancia: no se ha establecido la seguridad y la eficacia de la Quetiapina durante el embarazo humano. Por lo tanto, Quetiapina sólo debe usarse durante el embarazo si los beneficios esperados justifican los riesgos potenciales. Se desconoce el grado de excreción de la Quetiapina en la leche humana. Por lo tanto, debe recomendarse a las mujeres que abandonen a la lactancia durante el tratamiento con Quetiapina. La Quetiapina no ejerce efectos teratogénicos. Estudios de mutagénesis: los estudios sobre toxicidad genética realizados con la Quetiapina demuestran que no es un medicamento mutagénico ni clastogénico.
En vista de los efectos básicos de la Quetiapina sobre el sistema nervioso central, debe tenerse precaución al combinar Quetiapina con medicamentos de acción central y con alcohol. Cuando se administró Quetiapina en forma simultánea con litio, no se modificó la farmacocinética de este último. La Quetiapina no dio lugar a una inducción de los sistemas de enzimas hepáticas que intervienen en el metabolismo de la antipirina. La administración simultánea de Quetiapina y fenitoína (inductor de las enzimas microsómicas) provocó aumentos de la depuración de la Quetiapina. En pacientes que reciben en forma simultánea Quetiapina y fenitoína u otros inductores de las enzimas hepáticas (por ejemplo, carbamazepina, barbitúricos, rifampicina), puede ser necesario aumentar la dosis de Quetiapina para mantener el control de los síntomas psicóticos. Al contrario, puede ser necesario disminuir la dosis de Quetiapina si se suspende la administración de fenitoína y se reemplaza por un medicamento no inductor (por ejemplo, valproato sódico). Los farmacocinéticos de la Quetiapina no fueron alterados en forma significativa al ser administrados simultáneamente con los antipsicóticos risperidona y haloperidol. Sin embargo, al administrar simultáneamente Quetiapina con tioridazina causo aumento de la depuración de la Quetiapina. La farmacocinética de la Quetiapina no fue significativamente modificada al ser administrada simultáneamente con los antidepresivos de la imipramina (conocido inhibidor de la enzima CYP2D6) o de la fluoxetina (conocido inhibidor de las enzimas CYP3A4 y CYP2D6). La CYP3A4 es la principal enzima del citocromo P450 que interviene en el metabolismo de la Quetiapina. La farmacocinética de la Quetiapina no se modificó después de la administración simultánea con cimetidina o fluoxetina, ambos conocidos inhibidores de las enzimas del P450. Sin embargo, se recomienda tener precaución al administrar Quetiapina en forma simultánea con inhibidores potentes de la enzima CYP3A4 (tales como ketoconazol o la eritromicina por vía sistemática).
En los estudios clínicos, la experiencia relativa a la sobredosis de Quetiapina ha sido limitada. Se tomaron dosis estimada superiores a 10g, pero no se registraron decesos y pacientes que se recuperaron sin secuelas. En general, los signos y síntomas comunicados correspondieron a una exageración de los efectos farmacológicos conocidos del medicamento, es decir, somnolencia, sedación, taquicardia e hipotensión. No existe un antídoto específico de la Quetiapina. En casos de intoxicación severa, debe considerarse la posibilidad de que otros medicamentos estén implicados, por lo que se recomienda la aplicación de procedimientos médicos intensivos, tales como establecer y mantener vías respiratorias abiertas, garantizar una oxigenación y ventilación adecuada y supervisar y apoyar el aparato cardiovascular. Debe continuarse una superación médica estrecha hasta que el paciente se recupere. Ante la eventualidad de una sobredosificación, concurrir al hospital o centro de toxicología más cercano.