Neurofol

Deficiencia de folatos debida a diversas causas:

• Aporte alimentario deficiente y/o alcoholismo.
• Aumento de los requerimientos como en el embarazo, lactancia y primera infancia.
• Defectos de la absorción intestinal: Sprue, Síndrome de asa ciega.
• Uso de anticonvulsivantes o anticonceptivos durante períodos prolongados.
• Pacientes sometidos a nutrición parenteral total.
• Dermatosis exfoliativas
• Prevención de anomalías del tubo neural (Anencefalia, Encefalocele y Espina Bífida). El ácido fólico tiene un posible efecto protector para labio y paladar hendido, defectos en extremidades y anomalías del tracto urinario en los fetos.
• Tratamiento de la anemia megaloblástica.

El ácido fólico es un componente esencial en la dieta del ser humano. Su deficiencia produce una síntesis defectuosa del DNA, en toda la célula que intenta su replicación cromosómica y división. Dado que los tejidos con mayor índice de renovación celular son los que presentan mayores alteraciones, el sistema hematopoyético resulta especialmente sensible a la deficiencia de ácido fólico. El signo más temprano de la deficiencia es la anemia megaloblástica, en la cual el defecto de la síntesis de DNA produce una anormalidad morfológica característica, en las células precursoras de la médula ósea. Este defecto produce eritrocitos macrocíticos anormales y el paciente desarrolla una anemia.
Dentro de las primeras 48 horas de iniciada la terapéutica, la eritropoyesis megaloblástica desaparece y a medida que se va realizando la eritropoyesis eficiente la concentración plasmática de hierro se normaliza. El recuento de reticulocitos comienza a elevarse al segundo o tercer día y alcanza un máximo entre el 5º y 7º día. El hematocrito comienza a elevarse durante la segunda semana. La deficiencia de ácido fólico también se ha relacionado con: Defectos del tubo neural, infertilidad, aborto, desprendimiento prematuro de la placenta, alteraciones gastrointestinales como glositis, estomatitis, neuropatía, alteraciones psiquiátricas y malabsorción intestinal. Es muy difícil que la dieta habitual cumpla con los requerimientos de ácido fólico en el embarazo. Se estima que la demanda de ácido fólico en el embarazo es del 147%, por lo cual la suplementación de éste y otros micronutrientes resulta indispensable.

Hipersensibilidad al ingrediente activo.

No se han descrito efectos teratogénicos.

Disminuyen la absorción de ácido fólico: Fenitoína, Anticonceptivos orales. Antagonistas del ácido fólico: Metotrexato, Pirimetamina, Trimetoprim, cortisona y cloranfenicol. El ácido fólico disminuye el efecto del zinc.

No se conocen efectos tóxicos.

Para prevención de anomalías del tubo neural y anemia en el embarazo: 1 mg al día al menos 1 mes previo a la concepción hasta el fin del primer trimestre.
Para el tratamiento de la anemia megaloblástica: De 2.5 a 5 mg al día.
En mujeres con antecedentes de defecto del tubo neural en el feto (anencefalia, espina bífida, encefalocele): 5 mg al día al menos 3 meses antes de la concepción.

Conservar a temperatura entre 15º y 30º C. Proteger de la luz y humedad.